Informe JIACRA-ES, un nombre extraño para el informe “One Health” que relaciona consumo de antibióticos y desarrollo de resistencias

Los investigadores Lourdes Migura e Ignacio Badiola hemos participado activamente como expertos en el informe JIACRA-ES coordinado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), publicado recientemente en la web del PRAN (Plan Nacional frente a las Resistencias a los Antibióticos) y presentado el día 5 de Junio en la sede de la Fundación Ramón Areces.

En este informe, se recogen los datos de consumo de antimicrobianos a nivel nacional durante los últimos 5 años, tanto en sanidad humana como en sanidad animal. Se describe por primera vez el consumo de antimicrobianos derivados de la receta privada que constituyen aproximadamente el 30% del consumo global del total usado en medicina humana (Figura 1). De acuerdo con los datos del año 2016, los antibióticos más utilizados en Atención Primaria pertenecen a las familias de los betalactámicos (64,09%), los macrólidos (10,47%) y las (fluoro)quinolonas (10, 54%). Las tendencias del consumo de antibióticos permanecen estables para la mayoría de los grupos terapéuticos entre los años 2014-2016, excepto para los macrólidos, que experimentan un crecimiento porcentual del consumo del 14,9%.

Figura 1. Evolución del consumo de antibióticos en España, durante el periodo 2014-2016, en el ámbito de Atención Primaria.

 

Durante el mismo periodo de tiempo (Figura 2), en sanidad animal se puede observar una disminución del 14% en el consumo total de antimicrobianos. Los antimicrobianos más usados en medicina veterinaria son las tetraciclinas (45,35%), seguidas de los betalactámicos (35,67%) y las polimixinas (8,5%). En particular el consumo de colistina ha disminuido de 51,09 mg/PCU en 2015 a 9 mg/PCU en 2017 (Figura 3). PCU significa Unidad de Corrección Poblacional, y es una unidad de medida estandarizada del uso de anitbióticos y tiene en cuenta la población animal así como el peso estimado de cada animal en particular en el momento del tratamiento con antibiótico, se puede interpretar como los mg de antibiótico usados para producir un Kg de carne. Esta reducción del uso de colistina es el resultado del Programa REDUCE colistina, coordinado por al AEMPS y al que se han adherido voluntariamente la mayor parte de los productores de porcino.

Figura 2. Evolución del consumo total de antibióticos veterinarios en todas las especies productoras de alimentos en mg/PCU.

Debido a que el período de recogida de datos nos limita a la hora de establecer correlaciones claras entre consumo de antimicrobianos y desarrollo de resistencia, las tendencias observadas nos permiten establecer un punto de partida para continuar evaluando la influencia del consumo en el aumento de las tasas de resistencia en bacterias, tanto de humanos como de animales.

En salud humana se ha establecido correlación significativa entre el uso de carbapenémicos y las tasas de resistencias a imipenem (P=0,05) en las cepas invasivas de Klebsiella pneumoniae. Además, se ha visto también una relación directa entre el aumento de las tasas de resistencia a cefotaxima y el consumo de carbapenémicos en hospitales (P=0,01).

Figura 3. Evolución del consumo de colistina, neomicina y apramicina durante el periodo 2015-2017

Como se puede observar en este informe, las resistencias antimicrobianas es un tema muy complejo que es consecuencia de múltiples factores. Aunque todavía es pronto, podemos concluir que a nivel nacional caminamos en la dirección adecuada, con una tendencia global a la reducción del uso de antimicrobianos que esperamos continúe en el futuro. Tanto en sanidad humana como en sanidad animal, todos los indicadores sugieren hacer un uso responsable de todas y cada una de las familias antimicrobianas, reduciendo en la medida de lo posible el consumo de aquellos antibióticos de importancia crítica para la salud humana y minimizando el riesgo de emergencia y selección de bacterias resistentes. Todo esto, solo puede llevarse a cabo con el esfuerzo de los profesiones de cada ámbito sanitario, una buena educación y concienciación social sobre la problemática de las resistencias, y por supuesto con un enfoque “Una Sola Salud”. Todavía nos queda mucho trabajo por hacer!

Conoce algo más al autor de este post:

Investigadora de l'IRTA-CReSA. lourdes.migura@irta.cat