¡Porca misèria! Brote de PPA en Italia.

El año 2022 ha empezado con un buen susto para el mundo del cerdo: El pasado 7 de enero de 2022 los servicios veterinarios oficiales de Italia alertaron de la presencia de virus de la peste porcina africana (VPPA), genotipo II, en muestras recogidas de un cadáver de jabalí hallado en el municipio de Ovada (Piemont), en el noroeste del país. Así pues, la peste porcina africana (PPA) ha aparecido, de forma tan repentina como inesperada, en Italia. Bien, de hecho, en la Italia continental, ya que, en la isla de Cerdeña, la PPA ya lleva tiempo en danza, pero, vamos por partes, primero, ¿qué es la PPA y por qué es tan importante?

La PPA es una enfermedad hemorrágica mortal causada por el VPPA que afecta a los cerdos, tanto domésticos como salvajes (jabalíes) y que se encuentra dentro del listado de enfermedades de declaración obligatoria en la OIE (Organización Mundial de la Sanidad Animal). A pesar de ser inocua para la especie humana, la acción de los humanos (transporte de animales infectantes, de productos cárnicos…) tiene mucho que ver en la expansión de la enfermedad. Actualmente no existe ni tratamiento ni vacuna eficaz y su control se reduce a reforzar todo lo posible las medidas de bioseguridad existentes en las granjas ya un diagnóstico rápido combinado con el vaciado de las instalaciones afectadas por la enfermedad. Para que esta estrategia sea eficaz, este vaciado debe ir acompañado de unas compensaciones económicas justas por el granjero. En ausencia de una ayuda económica justa, las declaraciones de la enfermedad escasearán y la PPA acabará fuera de control: así ha ocurrido (y ocurrirá) donde esta estrategia no se ha implementado apropiadamente. La aparición de la PPA en un país tiene consecuencias devastadoras, ya que se prohíben las exportaciones de cerdo y sus productos derivados de la zona afectada. Dejando aparte las consecuencias económicas directas de las bajas producidas por la enfermedad o de las derivadas del curso de su erradicación, podemos fácilmente imaginar el desastre que supondría la aparición de un caso de PPA en la plana de Vic o en Lleida para la economía de Cataluña.

El VPPA tiene su origen en África, donde viven sus reservorios naturales (facóqueros y otros cerdos salvajes africanos, así como las garrapatas del género Ornithodoros) que se infectan de forma asintomática. Fue durante los años 1957 y 1960 que la PPA dio su primer salto fuera del continente africano, entrando desde Portugal (a través de cerdos domésticos alimentados con restos de alimenticios -infectados con VPPA- procedentes de un avión) y extendiéndose por casi toda la Europa Occidental, y -aunque fugazmente- por América. Poco a poco, la enfermedad fue controlada, hasta que, en 1995, la península Ibérica fue declarada libre de PPA. La enfermedad desapareció entonces de Europa, con la excepción de la isla de Cerdeña (Italia), donde el VPPA (cepas pertenecientes al genotipo I) es endémico desde 1978. Unos años más tarde, en 2007, el VPPA (cepas pertenecientes al genotipo II) volvió a salir de África para aparecer en la República de Georgia (esta vez, fueron cerdos domésticos alimentados con restos alimenticios procedentes de un barco) desde donde se ha ido extendiendo, de forma lenta pero inexorable hacia Europa y hacia Asia (notablemente cabe destacar el caso de China, primer productor mundial de cerdo) e incluso se han detectado focos puntuales en islas de Oceanía y Caribe. Dependiendo del país, la situación afecta más a cerdos domésticos (notablemente en el escenario asiático) o a jabalíes (caso mayoritario en Europa occidental). Desde que en 2014 se detectó la PPA en la Unión Europea, la enfermedad se extendió hasta 16 países, de los cuales, sólo dos han sido capaces de volver a ser declarados de nuevo oficialmente libres de la enfermedad: la República Checa (PPA erradicada en 2018) y Bélgica (PPA erradicada en 2020).

El foco que se declaró en Bélgica en septiembre de 2018 tiene cierta similitud con lo que se reportó la semana pasada en Italia. En ambos casos, el VPPA realizó un salto espectacular, cubriendo cientos de kilómetros de distancia por encima de fronteras: una tarea imposible de conseguir por un jabalí infectado. Así pues, es necesario buscar otro origen que no sea el desplazamiento natural de animales salvajes. Restos de productos cárnicos contaminados con VPPA dejados al alcance de un jabalí en un área de descanso de una autopista (un trozo de un bocadillo de embutido proveniente de Europa del Este, por ejemplo) no es en absoluto una posibilidad descabellada ni, lo que es peor, improbable. También hay que prestar atención a la cantidad ingente de animales que creen nuestra frontera: ésta es la otra gran posibilidad de entrada de la PPA en Cataluña. Con el precio del cerdo en alza, el gran número lechones que actualmente importamos para engordarlos y posteriormente exportar su canal a países ahora deficitarios como China. Tampoco menospreciamos el número de animales ya engordados que se importan y van directos a matadero: pensamos que una vez se cruza la frontera, si el animal se detecta en nuestro país, el positivo sería nuestro. Hay que tener en cuenta dónde se compran todos estos animales que se importan. Muy en cuenta. La codicia para conseguir una buena ganga puede llevar a todo el sector a la ruina.

Hemorragia del nódulo linfático gastrohepático (flecha), es una lesión muy característica. La vesícula biliar muestra áreas de hemorragia en su pared. En el tubo digestivo se pueden ver petequias en la serosa, como es el caso del estómago de esta imagen (asterisco). Imagen del SESC.

Según informan las autoridades italianas, en la zona donde se ha descubierto el cadáver infectado del jabalí, sólo hay un número reducido de explotaciones industriales de porcino y algunas pequeñas explotaciones caseras (las llamadas explotaciones de backyard), es decir, que no se trata de una zona de alta densidad de ganado porcino. Ahora bien, la densidad de jabalíes se considera muy elevada y esto es un detalle para tener en cuenta a la hora de valorar el riesgo de expansión del foco. Las autoridades italianas han adoptado de forma inmediata las medidas de control de la PPA recomendadas y han convocado a un grupo de expertos para decidir las medidas a implementar para limitar la diseminación de la enfermedad. Así, en una zona alrededor de donde se encontró la carcasa infectada se ha puesto en marcha la búsqueda activa de cadáveres de jabalíes y su posterior retirada y análisis, se ha procedido a controlar la cacería en la zona, se realizarán visitas de inspección en las explotaciones de porcino cercanas… y, lógicamente, tanto en la zona directamente afectada, como en el resto de Italia, se intensificará la bioseguridad en las explotaciones, la vigilancia sobre los animales y se trabajará de cara a aumentar el nivel de alerta. Lamentablemente, y en el momento de redactar este texto, hay dos casos más, aún por confirmar. Se trata de dos carcasas de jabalí encontradas a unos 20km del foco primigenio. Si estos nuevos casos se confirmaran, sería muy preocupante ya que, por un lado, este hecho indicaría que probablemente el VPPA ya lleva cierto tiempo circulando por la zona y, por otro, dado que la detección de la enfermedad no ha sido tan temprana como nos hubiera gustado, las probabilidades de controlar el brote con la eficacia que mostraron los checos y los belgas merman considerablemente.

Mientras, ¿qué podemos hacer en nuestro país? No nos cansaremos de insistir: es necesario recordar la extrema importancia de la bioseguridad en las explotaciones porcinas, sean del tamaño que sean. Hay que tener cuidado con la cacería, especialmente si se va a cazar al extranjero, aunque sea en países libres de PPA (¡no hace falta decir de las precauciones extremas que habrá que tomar si visitamos directamente países afectados o colindantes!). También hay que fortalecer los sistemas existentes de vigilancia pasiva tanto en explotación, como matadero o hacia la fauna silvestre: es necesario verificar todos los animales potencialmente sospechosos de PPA. La rapidez al actuar es clave para controlar con éxito la enfermedad.

Así pues, la aparición repentina de este foco en el norte de Italia, hasta ahora el más cercano a nuestro país desde la reaparición de la PPA en Europa en 2007, debería aumentar (aún más) la tensión sobre el sector porcino: hay que ser conscientes de que la espada de Damocles cuelga, ahora más que nunca, sobre nuestras cabezas. Si todo va bien y este foco se resuelve con éxito (cruzamos los dedos) tal y como se resolvió hace dos años el foco belga, podremos respirar aligerados, pero no podremos en absoluto creer que el problema de la PPA se habrá resuelto: el próximo salto de fronteras podría aparecer en nuestro país. Avisados ​​estamos, y no una, sino dos veces. Esforcémonos.

Aquí puedes ver entradas en el blog del SESC con imágenes de lesiones típicas de PPA en canales de cerdo.

También podéis consultar el web del Departamento de Acción Climática, Agricultura y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya con medidas para combatir la PPA.

Conoce algo más al autor de este post:

Francesc Accensi és investigador a l'IRTA-CreSA al Programa de Sanitat Animal. francesc.accensi@uab.cat