Comentarios virus-lentos (2): VIH y cine: epílogo de CReSAPIENS 3

La virología y el cine son asuntos del siglo XX, siglo en el que han alcanzado su madurez. La mayor parte de la películas tiene como motor argumental la contraposición bueno (protagonista con el que identificarse)-malo (adversarios, circunstancias, enfermedades, etc.).

Es aquí donde nos encontramos con la interfase entre las películas y los virus o las enfermedades víricas, evidente y mayoritariamente en el papel antagonista al héroe.

Sin duda, ningún otro virus ha merecido más atención cinematográfica como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y su enfermedad correlato (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida-SIDA). Pretendo desarrollar en esta entrada aquello que se quedo en el tintero en el número 3 de CReSAPIENS. Hay más de 500 películas que tiene el SIDA como tronco argumental o protagonista secundario. No pretendemos hacer un recorrido exhaustivo a través de ellas sino centrarnos en algunas.

Diagnóstico fatal: SIDA (An early frost, 1985 de John Erman) fue la primera película, hecha para televisión, sobre el SIDA, una película nada alarmista y con un tratamiento ponderado del tema.

Habría que esperar 5 años para el estreno de Compañeros inseparables (Longtime companions, 1990 de René Norman) cuyo detonante argumental arranca con la noticia de una rara enfermedad, apostrofada como “cancer gay”, en el New York Time de julio de 1981, lo que reflejaba los pocos (o superficiales) conocimientos científicos en aquel momento.

Hasta la explosión publicitaria que supuso Philapdelphia (1993), debemos detenernos unos momentos en En el filo de la duda / And the band played on, de 1993, de Roger Spottiswoode). Sin duda un documento cinematográfico (no una película al uso) en la que se dramatiza la aparición de la enfermedad en Estados Unidos, la lucha de unos pocos científicos para sacar a la luz una enfermedad que nadie quiere o se resiste a ver, y que no se quiere ni nombrar. Es muy interesante porque relata las luchas administrativas de los primeros científicos frente la inercia y la burocracia del sistema, las investigaciones de laboratorios para encontrar el agente causal, las rivalidades entre grupos de investigación, la búsqueda de glorias personales, en definitiva el submundo de la investigación científica, pues esta está hecha por personas. Por cierto que And the band played on hace también referencia a la banda de música que según el mito siguió tocando hasta los últimos momentos del hundimiento del Titanic. No sabemos si esta analogía era buscada por los productores o el director pero ciertamente, un mundo se hundió o cambió radicalmente con el advenimiento de esta enfermedad.

Philadelphia (1993) supuso un punto de inflexión en la forma en que la sociedad veía y consideraba a los enfermos de SIDA; seguro que el indudable tirón de Tom Hanks (que venía de rodar Big, La hoguera de las vanidades y Algo para recordar) y quizá la madurez que había alcanzado silenciosamente la sociedad (estaría por ver si esa película 5 años antes hubiera sido tan efectiva en lo que a concienciación se refiere) explican el éxito (dos Oscar de la Academia, mejor actor y mejor canción) de una película realista que muestra sin velo pero sin adornos la situación social y personal de los infectados por el VIH. El rechazo hacia las personas infectadas, especialmente los homosexuales, la evolución de la enfermedad con sus manifestaciones clínicas (fiebre, sarcoma de Kaposi, infecciones oportunistas bacterianas pero también víricas como citomegalovirus, lesiones bucales y esofágicas) y los primeros tratamientos de la enfermedad con zidovudina (AZT, el único antiretroviral disponible en ese momento) son mostrados con bastante fidelidad. Es aún una película recomendable, triste y emotiva, que, aunque no ha envejecido del todo bien, refleja una denuncia social made in Hollywood.

Habría que esperar al año 1995 con Solo ellas…los chicos a un lado (Boys on the side, de Herbert Ross) para encontrar la primera película de Hollywood con las mujeres y el SIDA como co-protagonistas.

La afectación del SIDA en niños y adolescentes se muestra en The Cure (1995) de Peter Horton. Narra la historia de amistad de un niño afectado y un vecino adolescente; ambos se escapan de sus familias hacia la ciudad cuando oyen que un médico en la misma asegura haber encontrado la cura al SIDA.

En Al caer la noche / In the gloaming (1997) dirigida por Christopher Reeve, se relata la vuelta a casa de una hombre joven afectado por el SIDA para morir en familia.

El SIDA figura como situación de fondo (el amigo de una de las protagonista está muriendo de SIDA) de una de las tres historias de Las horas / The hours (2002) de Stephen Daldry, basada en el libro Mrs Dalloway de Virginia Wolf, que es una aproximación al lesbianismo en tres épocas históricas diferentes.

Angels in America (2003) de Mike Nichols es una premiada serie de televisión que relata el devenir de las relaciones de dos parejas que  se ven afectadas por los embates del SIDA en la época de la norte américa reaganiana.

Mención especial merece Yesterday (2004) de Darrell James Roodt, rodada en zulú e inglés y financiada por la Fundación Nelson Mandela. Estamos ante todo un drama pero que refleja bien la situación de descontrol del SIDA en Sudáfrica, un país que durante bastantes años adopto una actitud negacionista ante la enfermedad. Como consecuencia de ello en Sudáfrica hay aproximadamente cinco millones y medio de personas seropositivas, sobre una población total de 45 millones una de las cifras más elevadas del mundo;  la tasa de prevalencia del VIH en adultos se sitúa en torno a un 18%. Narra la historia de una mujer zulú, a la que se detecta la infección. El marido prácticamente la repudia pero él también resulta afectado (al final resulta que es él quien se la ha transmitido a ella) y muere acompañado por la esposa que lo cuida abnegadamente. La única ilusión de la mujer es conseguir que la hija vaya a al escuela, como mensaje de esperanza final que la educación nos hará libres… y posiblemente más sanos por menos manipulables.

Y como botón de muestra en España, el SIDA aparece colateralmente (en forma de mujer heterosexual que está embarazada e infectada por VIH) en Todo sobre mi madre (1999) de Pedro Almodóvar.

En definitiva, la aproximación de los 90’s del siglo pasado es una aproximación muy dramática en las que el SIDA se veía como sinónimo de una muerte segura y próxima que provocaba cambios drásticos en las relaciones personales, por estigmatización de muchos afectados, y en los objetivos vitales. Con el siglo XXI vemos como la presencia y el tratamiento del SIDA en el cine se “normaliza”, sobre todo en lo que respecta a la consideración social de los afectados. Se conoce cada vez más sobre la enfermedad, que con los tratamientos actuales devienen crónica para muchos afectados (del mundo desarrollado, no de todos aquellos países del Tercer Mundo) lo que le resta algo de dramatismo cinematográfico.

Documentos de apoyo:

1. Internet Movie database en: www.imdb.com2.

2. País de Lacerda, A. (2006) El cine como documento histórico: el SIDA en 25 años de cine. Rev. Med. Cine      2:102-113.

3. Pérez Ochoa López, L. (2006) Philadelphia (1993): Visión del SIDA cuando comenzó a ser tratable. Rev. Med. Cine 2:21-28.

4. Sánchez, M. (2010) El microbio es la estrella. Actualidad SEM 50:42-46.

Conoce algo más al autor de este post:

Cap de la Unitat de Biocontenció IRTA-CReSA. comentarisviruslents.org xavier.abad@irta.cat