La ciencia se puede hacer con pocos medios, pero buenos planteamientos, mejores preguntas y un mucho cerebro. Sin embargo mucha de la ciencia actual necesita grandes medios … y mucho cerebro para aprovecharlos.
En España, en Cataluña, tenemos también grandes medios si bien carentes de la priorización que debieran tener por parte de unos gobiernos centrales que nunca han entendido que la ciencia y la investigación (no militar) es un beneficio para la sociedad, en el presente y futuro. En las últimas décadas, en España y en Cataluña, se han construido y han comenzado a operar una serie de infraestructuras y equipamiento científico-técnico, con el fin de ser líderes en sus campos, captar talento y atraer actividades empresariales de I + D + i.

Para racionalizar y permitir sinergias y colaboraciones entre estas infraestructuras se ha construido un mapa de Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares (ICTS). La presencia de una infraestructura en este listado significa estar delante de una infraestructura de titularidad pública; haber pasado una evaluación independiente por expertos internacionales; ser única en su género, con costes de inversión, mantenimiento y operación muy altos (un mínimo de 10 millones de euros de inversión acumulada en activos tecnológicos) y estar abierta al acceso de investigadores de instituciones públicas o privadas. Por tanto no estar no significa no hacer buena ciencia sino ausencia de cumplimiento de los parámetros anteriores. La idea de este mapa es hacerlo visible en la sociedad, a otros centros de investigación y las empresas, para potenciar sus capacidades mediante una mejor coordinación entre ellas, evitar su obsolescencia, evitar redundancias (si hay una ICTS ya activa no se hará otra equivalente sin aprovechar antes al máximo la ya existente) y conseguir la implicación del sector industrial. El mapa actual (2013-2016) se aprobó a finales de 2014 y sustituye el primer mapa, creado en enero de 2007, y es un mapa abierto, que puede incorporar nuevas infraestructuras si cumplen los criterios pero también puede echar a aquellas que dejen de cumplirlos.
Las ICTS es necesario que cuenten con una Plan Estratégico cuatrienal que sea sometido a revisión periódica, estableciendo periódicamente objetivos, estrategias y recursos. También debe tener constituido un Comité Científico Asesor con expertos internacionales y contar con esquemas y personal de gestión profesionales.

Estas ICTS deben tener mecanismos de acceso públicos y transparentes de forma que todo el personal investigador pueda presentar propuestas de actividades que una vez evaluadas, si demuestran suficiente calidad científica y / o tecnológica serán priorizadas a su realización.

Las ICTS (un total de 59 centros agrupados en 29 ICTS) se reparten en 8 ámbitos: astronomía y astrofísica; ciencias del mar, de la vida y de la tierra; ciencias de la salud y biotecnología; tecnología de la información y las comunicaciones; energía; ingeniería; materiales; y ciencias socioeconómicas y humanidades. Aquellas ICTS con una única localización, un único edificio, se llaman Infraestructuras con localización única; otros pueden formar parte de una Red de Infraestructuras (RI) o constituirse como una Infraestructura distribuida (ID), dependiendo del nivel de integración y coordinación de sus capacidades.

En Cataluña hay 10 de estas ICTS, que serían también las ICTS de una Cataluña independiente si aplicásemos los mismos criterios, con algunas incorporaciones de centros de la esfera CERCA (una de las exitosas herramientas catalanas sin contraparte en España). Estamos hablando, entre otros, del CNAG (Centro Nacional de Análisis Genómico), del Barcelona Supercomputing Center (BSC), del Sincrotrón ALBA … y del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA).
El CReSA entra en el Mapa de las ICTS para constituir, junto con el CISA (Centro de Investigación en Sanidad Animal) una red de dos nodos, la red de Laboratorios de Alta Seguridad Biológica (red de Laboratorios de Alta Seguridad Biológica, RLASB). Somos dos instituciones que nos dedicamos a la investigación en patógenos animales pero también zoonóticos, por tanto afectando a humanos, algunos de ellos extremadamente peligrosos (influenza aviar, virus de fiebres hemorrágicas, West Nile Fever Virus, Chikungunya, MERS Coronavirus, priones, etc. .). Los dos centros forman también parte de la Red de Laboratorios de Alerta Biológica (RELAB).

Como red CReSA y CISA deberán construir un plan estratégico conjunto aunque mantendrán autonomía en sus actividades. Esta red debería permitir un mejor acceso a las capacidades de manejo experimental con patógenos peligrosos para promover la investigación en vacunas, terapias post-infección y un mejor conocimiento de las enfermedades que irán llamando a nuestra puerta los próximos años.
Que esto sea así depende de todos nosotros pero principalmente de los organismos rectores y financiadores de la ciencia en España … y en Cataluña.

Pero esta, esta es otra historia.

Para saber más de esta pero también otras ICTS pulsar enlace para descargarse el mapa de ICTS.

Conoce algo más al autor de este post:

Francesc Xavier Abad

Cap de la Unitat de Biocontenció IRTA-CReSA. comentarisviruslents.org xavier.abad@irta.cat 

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