¿Dónde se esconde el MERS-CoV?

Los coronavirus representan una amenaza para los seres humanos, tal y como se evidenció durante el 2002/2003 con la infección por el coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave o SARS-CoV (del inglés, Severe acute respiratory syndrome coronavirus). El SARS-CoV causó más de 8.000 infecciones humanas con una tasa de mortalidad del 10% en un total de 37 países. Diez años más tarde, un nuevo coronavirus humano causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio o MERS (del inglés, Middle East respiratory syndrome) emergió en Arabia Saudí.

Los síntomas en humanos varían desde leves a moderados (fiebre, tos, problemas respiratorios) o muy graves, causando incluso la muerte del individuo (en un 30% de los casos). El reservorio principal del virus es el dromedario, pero estudios recientes han demostrado la susceptibilidad de otras especies animales, como la alpaca, la llama y el cerdo a la infección con MERS-CoV (Emerg Infect Dis. 2017 Feb; 23 (2 ): 232-240; Emerg Infect Dis. 2016 Jun; 22 (6): 1129-31; Emerg Infect Dis. 2016 Jun; 22 (6): 1031-7). El hecho de que una determinada especie animal sea susceptible a infectarse experimentalmente con un determinado virus (el MERS-CoV, en este caso) no significa que pueda transmitir el virus eficazmente, pero sí que es importante estudiar su posible papel. Para determinarlo, se necesitan estudios de transmisión entre animales y de excreción y persistencia del virus en el ambiente. Es decir, hay que investigar dónde se esconde el MERS-CoV, si otras especies pueden ser reservorio y, por tanto, suponer un riesgo elevado para la salud pública. Para llevar a cabo estas investigaciones, son necesarias una serie de medidas de seguridad, como trabajar en un laboratorio de nivel de bioseguridad 3 (NBS-3) y trabajar en unas condiciones muy estrictas, llevando un equipo de protección individual muy específico para este tipo de patógenos (ver foto). En las instalaciones del Centro de Investigación en Sanidad Animal disponemos de laboratorios y de animalario a NBS-3.

Ilustración de las especies animales susceptibles a MERS-CoV y aquellas que actúan o pueden actuar como potencial huéspedes del virus (One Health (3): 34-30). Clicar en la imágen para ver-a mas grande.

En un artículo que se ha publicado recientemente en la revista One Health, investigadores del IRTA-CReSA han revisado los estudios existentes en relación a las diferentes especies animales susceptibles al virus MERS-CoV y, por tanto, potenciales huéspedes del virus. La revisión describe las infecciones experimentales llevadas a cabo tanto en camélidos (dromedario, alpaca, llama) como en otras especies animales no-camélidos y que son susceptibles a la infección experimental con MERS-CoV (cerdo, conejo, primates no humanos) (ver ilustracón). Además, plantea y discute el posible papel que podrían jugar algunas de estas especies como huéspedes intermediarios de la enfermedad.

Vergara-Alert J, Vidal E, Bensaid A, Segalés J. 2017. Searching for animal modelos and potential target species for Emerging Pathogens: Experience gained from Middle East respiratory syndrome (MERS) coronavirus. One Health (3), 34-40.

Sin embargo, la presencia de ARN viral y/o anticuerpos específicos frente al virus sólo se ha podido demostrar en campo en dromedarios y alpacas (Lancet Infect Dis. 2013; 13(10):859-866; Emerg Infec Dis. 2016;22(6):1129-1131). A la espera de más estudios y evidencias experimentales, parece que la lista de potenciales huéspedes diana para MERS-CoV aún no se puede cerrar.

Además del aspecto epidemiológico, el interés de varios grupos de investigación para estudiar otras especies animales susceptibles a MERS-CoV recae en la importancia de poder disponer de modelos animales que puedan sustituir al dromedario en los estudios laboratoriales.

Actualmente los investigadores del grupo de investigación de MERS-CoV del IRTA-CReSA estamos realizando estudios para evaluar la importancia del receptor del virus, el DPP4 (Dipeptidil peptidasa 4), su distribución y su papel en la susceptibilidad y la patogénesis del MERS-CoV en varias especies. Además, resaltamos la importancia de la vigilancia epidemiológica como medida de prevención y control de brotes. Y para poder elaborar un programa de vigilancia adecuado es importante tener información sobre qué especies juegan o pueden jugar un rol importante en la transmisión del MERS-CoV.

Conoce algo más al autor de este post:

Investigadora postdoctoral del Subprograma de malalties exòtiques. julia.vergara@irta.cat