El PRRS, un virus con mala baba, contra las cuerdas!

Actualmente, el síndrome reproductivo y respiratorio porcino, conocida más comúnmente como el PRRS, por sus siglas en inglés (se pronuncia pirs), representa uno de los principales dolores de cabeza de las granjas porcinas de nuestro país. Un brote de PRRS causa problemas reproductivos en las cerdas, como abortos en el último tercio de gestación, partos prematuros y nacimiento de lechones débiles, muchos de los cuales mueren antes de ser destetados. En los lechones de transición y cerdos de engorde el PRRS se manifiesta con signos respiratorios, retraso en el crecimiento e incremento de la mortalidad. Como consecuencia, las pérdidas económicas son muy elevadas, siendo hoy en día una de las enfermedades más costosas para los sistemas intensivos de producción porcina.

Sin embargo, el gran problema del virus del PRRS no son los brotes en sí, sino el hecho de que el virus persiste en las granjas y, entre 1,5 y 3 años después vuelve a aparecer un brote de la enfermedad. De hecho, eliminar el virus de una granja es relativamente fácil, el problema es que la mayoría de granjas de nuestro país están infectadas y, en lugares donde la concentración de explotaciones porcinas es elevada, resulta casi imposible no reinfectarse.

Pero la complejidad de este virus no se acaba aquí, su elevada tasa de mutación hace que el genoma vírico cambie constantemente y sea extremadamente complicado producir una vacuna universal y efectiva. De esta manera, el control de esta enfermedad hay que basarlo en el diagnóstico precoz y la monitorización de las granjas, la bioseguridad, el manejo y la inmunidad, todo desde una perspectiva regional, más allá de la propia granja.

Lechones mordiendo las cuerdas e impregnándolas de saliva.

Lechones mordiendo las cuerdas e impregnándolas de saliva.

En los programas regionales de control y erradicación del virus las granjas se clasifican según su estatus de infección. Esta clasificación se establece según unos resultados diagnósticos, basados ​​en la detección del virus o sus anticuerpos en sangre. Esto significa tener que sangrar los lechones periódicamente para detectar la circulación del virus y, cuantos menos animales infectados tengan las granjas, más difícil será detectarlo. Además, los cerdos son animales que se estresan con facilidad y obtener una visión global de lo que pasa en la salida de las maternidades o en una transición no es fácil, requiere tiempo y dinero.

Por esta razón, en Estados Unidos, potencia mundial en la producción porcina y gran afectada por el virus del PRRS, los investigadores buscaban un diagnóstico más fácil y barato. A finales de los años 90 se detectó el virus en la saliva de cerdos infectados, pero no fue hasta la primera década de los 2000 que se planteó la posibilidad de detectar el virus en la saliva recogida mediante cuerdas colgadas en los corrales. A partir de ese momento, se llevaron a cabo diversos estudios que, aprovechando el comportamiento de exploración inherente a los cerdos, establecieron un método fácil, no estresante, barato y potente, ya que podían muestrear muchos animales al mismo tiempo. Actualmente, esta técnica está muy extendida en EEUU. En cambio en Europa parece que cuesta de implementar y, teniendo en cuenta que el virus presente en Norte América es una especie diferente al virus europeo, era necesaria una valoración cuidadosa previa a su utilización de forma generalizada.

El próximo viernes 31 de marzo a las 12:00 tendrá lugar en la Sala de Grados de la Facultad de Veterinario de la UAB la lectura de la tesis doctoral: Evaluación de la eficiencia del uso de los fluidos orales en el diagnóstico del PRRSV. La tesis ha sido desarrollada en los laboratorios del IRTA-CReSA bajo la dirección del Dr. Enric Mateu investigador de la UAB adscrito al IRTA-CReSA y ha sido financiada por los proyectos RTA2011-0119-C01-00 del INIA y FEDER.

Mi tesis se centra en la evaluación de la detección del virus del PRRS en la saliva de los cerdos como método diagnóstico, sobre todo en las situaciones límite, granjas con pocos animales infectados, donde el diagnóstico es clave para la clasificación de la granja en los programas de control y erradicación.

La saliva se recupera de las cuerdas y se analiza la presencia del virus.

La saliva se recupera de las cuerdas y se analiza la presencia del virus.

En primer lugar estudiamos la presencia del virus europeo en muestras de saliva individuales recogidas con un algodón, en lechones vacunados y no vacunados. El segundo paso fue identificar y mejorar las etapas del proceso diagnóstico que podrían ser más críticas para la detección del virus. Y el último estudio fue aplicar todo este conocimiento previo para la construcción de una simulación de la detección del virus en saliva en granjas de diferentes tamaños y con varios niveles de animales infectados.

Como principales resultados prácticos obtuvimos un protocolo optimizado para la recogida, procesamiento y análisis de la saliva para la detección del virus del PRRS y, al mismo tiempo, hicimos validar su utilización en granjas cercanas a la erradicación del virus, es decir, con muy pocos animales infectados. Esta tesis permite dar un paso adelante en el diagnóstico y control del PRRS, mejorando el bienestar animal, la eficacia de detección del virus en saliva y el conocimiento de los límites de esta técnica.

El trabajo de tesis ha dado lugar a dos publicaciones científicas:

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