Detección de Aedes aegypti en Fuerteventura, Islas Canarias

A principios de diciembre del año pasado, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de su Dirección General de Salud Pública, detectó algunos ejemplares de mosquito de la especie Aedes aegypti en la urbanización de Las Granadas, en el Puerto del Rosario de la isla de Fuerteventura. Inicialmente se capturó una hembra y en visitas posteriores otra. La Consejería inició todo un programa de control que incluyó la instalación de diversos tipos de trampas tanto de oviposición como de capturas de adultos, distribución de información y encuestas a los habitantes de la zona y un programa de control de adultos y de posibles focos de cría larvaria. No ha habido más información al respecto de la población existente de esta especie.

Imagen: James Gathany, CDC. Observese el patrón de rayas blancas en forma de lira en el dorso de A.aegypti . El mosquito tigre (A.albopictus) tiene una sola franja blanca central.

Según fuentes de la Consejería, en Canarias se hace vigilancia sobre posibles mosquitos invasores desde 2011 a través del Sistema de Vigilancia Entomológica de Canarias, con la participación del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y de Salud Pública de la Universidad de la Laguna y hay que decir que en 2014, este Instituto ya realizó unas jornadas sobre la vigilancia de ésta y de otras posibles especies de mosquitos invasoras en las Islas.

Hay que tener en cuenta que Aedes aegypti es un muy buen vector de patógenos como los causantes de la fiebre amarilla, el dengue o recientemente el Zika y que una vez encontrado en Madeira en 2005, fue responsable de transmisión del dengue en 2012-2013 en la isla y que también está presente en los últimos años en parte de las costas orientales del Mar Negro en Europa. El peligro por lo tanto es importante si este mosquito se establece en Europa occidental, o quizás, mejor dicho, vuelve a aparecer, ya que esta especie estaba presente en buena parte de las costas mediterráneas europeas hasta mediados del siglo XX. La última cita en la península Ibérica es la de Rico-Avelló y Rico de 1953 en la que indica que había estado presente en todo el litoral español. De hecho, su presencia está asociada a las epidemias de fiebre amarilla que nos afectaron desde el siglo XVIII, comenzando precisamente en Canarias el 1701. En Barcelona hubo dos epidemias el 1821 y el 1870 con más de 20.000 muertes en total. Aunque no se ha podido comprobar, todo parece indicar que estos mosquitos llegaban con el comercio de barcos a vela en las sentinas, provenientes de América o África y al mismo tiempo también llegaba el virus con el comercio de esclavos que no fue prohibido en España hasta el año 1886.

Habrá pues que vigilar eficazmente la posible llegada de esta especie de mosquito, aunque hay muchos factores a tener en cuenta para su establecimiento. Las características de su biología con imposibilidad actual de presentar diapausa y sobrevivir a inviernos fríos o el ya discutido cambio climático con el calentamiento global y el transporte de bienes y personas a gran escala jugarán su papel en un escenario que pueda permitir que de nuevo tengamos esta especie en nuestro entorno.

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Investigador del Subprograma de Malalties exòtiques. Programa de Sanitat Animal IRTA-CReSA. carles.aranda@irta.cat